A raíz de algunas conversaciones que he tenido recientemente con gente del sector de distintas entidades una vez más he visto que el asesoramiento financiero en España brilla por su ausencia.
¿Por qué hago esta afirmación? Os voy a contar algunos ejemplos de lo que he oído recientemente. Un amigo mío que trabaja en un banco cuyo nombre no voy a decir, me contaba cómo durante el verano su entidad se ha dedicado a vender bonos de Abengoa a los clientes de banca privada, ya que los clientes querían y los banqueros privados se desentendían ya que estos firmaban que asumían los riesgos (y tanto que ahora están perdiendo más de un 80%)… ¿de verdad eso es asesoramiento? Yo creo que no. Pero sigamos que aún tengo más ejemplos. Otro amigo también me comentaba como en su banco, había visto casos de clientes conservadores puramente patrimonialistas les metían productos estructurados de “bajo riesgo” pero que al final acababan convirtiéndose en acciones (por tocar las barreras que tienen estos productos), o casos incluso peores, en el que perdían toda la inversión. Por último, y no menos flagrante, hay determinados bancos que tienen los servicios de brokerage externalizados a compañías de call center en los que las personas que dan consejos sobre compra venta de acciones fondos etc, son… ¡personas sin formación alguna en mercados y ni asesoramiento!
Luego nos extrañamos en este país cuando suceden cosas como las preferentes, Afinsa y Forum Filatélico o los bonos de que emitió Ruiz Mateos. Es necesario contar con asesoramiento financiero profesional, pero no cualquiera, sino el de un especialista cuyos objetivos estén alineados con los del cliente, y en el que lo más importante sea ofrecer el mejor producto para el cliente sea del banco que sea y no el producto que toca vender o que mejor comisiones te da.
Por el bien de los inversores y ahorradores de España, espero sinceramente que se produzca un cambio de mentalidad y dejemos de creer que el director de la oficina de toda la vida es mi amigo y empecemos a vislumbrar que hay más alternativas que las que nos ofrece la banca tradicional.