Según la publicación Fund Society, El ahorro en fondos de inversión de las familias españolas está en niveles máximos en una década. Las razones que explican este incremento son la baja rentabilidad que ofrecen los depósitos tradicionales y la amplísima gama de fondos de inversión que se pueden encontrar en el mercado, pudiendo elegir entre varios fondos dependiendo del perfil de riesgo de cada ahorrador.
A la hora de poder elegir cuál es el fondo o fondos que más convienen a un inversor se debe definir exhaustivamente cuál es su perfil y el riesgo que es capaz de asimilar.
Según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el perfil de riesgo indica la capacidad del inversor de asumir pérdidas. Por tanto, como hemos comentado antes, no todos los inversores tienen la misma capacidad para asumir pérdidas, es decir, la misma aversión al riesgo.
Según esta definición, cada una de las persona que invierten tienen un perfil de riesgo diferente, aunque de cara a poder ofrecer a los inversores los productos que más se adaptan a ellos, la mayoría de los bancos y gestoras de fondos utilizan cinco perfiles de riesgo diferentes: conservador, equilibrado, inversor dinámico y agresivo. Cada uno de ellos se basa en el riesgo que está dispuesto a asumir para conseguir una buena rentabilidad.
Conservador: Es un ahorrador que no quiere perder nada de su dinero en ningún momento. Es el típico cliente de depósitos bancarios y letras del Estado, aunque últimamente empieza a invertir en fondos de inversión con una volatilidad máxima del 1%.
Equilibrado: Se trata de un cliente que acepta un poco de riesgo en sus carteras, máximo de 3%, para conseguir una rentabilidad más alta que el perfil conservador, batiendo a la inflación.
Inversor: Como su nombre indica, este tipo de clienta deja de buscar producto de ahorro y empieza a buscar productos de inversión para conseguir buenas rentabilidades, asumiendo que durante su inversión pueda haber perdidas puntuales en sus carteras, con niveles de riesgo o volatilidad superiores al 5%.
Dinámico: Este tipo de perfil se destaca por la búsqueda de altas rentabilidades asumiendo pérdidas en parte de su cartera de inversión. Tiene un conocimiento bastante amplio del mercado, sus productos y los diferentes sectores o regiones en los que invertir para maximizar esa rentabilidad. Muchos de ellos son inversores profesionales que utilizan potentes herramientas de análisis financiero.
Agresivo: Como su nombre indica, busca maximizar la rentabilidad de sus inversiones asumiendo altas volatilidades y perdidas en sus carteras. Conocen el mercado a la perfección y analizan todos los sectores en buscan de oportunidades de inversión que maximicen sus inversiones.
La mayoría de las entidades que operan en España tienen aplicaciones informáticas para ayudar a definir los diferentes perfiles de sus clientes. Además existen diferentes páginas web donde cualquier ahorrador o inversor puede conocer cuál es su perfil de riesgo.
En cualquiera de los casos, la ayuda de un profesional experimentado en la gestión financiera y la planificación patrimonial es necesaria para poder definir a la perfección el perfil de riesgo para poder conseguir resultados beneficiosos en sus inversiones.