MiFID II y recoger los frutos del trabajo bien hecho

By | 10 octubre, 2017

3,2,1…la cuenta atrás para la entrada en vigor de MiFID II ha comenzado. En enero de 2018 ya estará en marcha una normativa a nivel comunitario que pretende cambiar el paradigma de la regulación del asesoramiento financiero, para evitar algunas malas prácticas del pasado y buscar la máxima protección del cliente final. Ya estamos en la rampa de salida de lo que tiene que ser el inicio de un nuevo camino para el sector, donde la plena transparencia y la máxima confianza deberán ser los catalizadores de un cambio que sitúe al cliente en el centro del servicio.

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Toca trazar una nueva relación entre entidades, profesionales y clientes, donde prevalezca esa absoluta confianza y transparencia, la única forma de recuperar el tiempo perdido y dejar atrás prácticas poco recomendables. Solo así alcanzaremos el objetivo de contar con profesionales completamente cualificados, y que apuesten por una formación continua para obtener todos esos conocimientos adaptados para ofrecer el mejor servicio, según el perfil de inversión de un cliente que, además, cada vez cuenta con más información, mayor conciencia y, por ende, una mayor exigencia hacia la labor del responsable de planificar sus finanzas.

Lo cierto es que la cualificación es algo por lo que muchos se llevan preocupando desde hace mucho tiempo, asumiendo que es el verdadero pasaporte (probablemente el único) que asegura esa correcta labor de asesoramiento al cliente. Tanto profesionales por su cuenta, como entidades y otros actores fundamentales del sector vieron desde el principio esa necesidad y esa apuesta por la profesionalización del servicio. Son muchos años de intenso y silente trabajo para dignificar un sector al que algunos pusieron contra las cuerdas por su mala praxis.  2

Somos conscientes de los cambios a los que se enfrenta el sector. En el caso de EFPA, yo, como directora, no puedo más que expresar el más sincero agradecimiento a todas las entidades y los miles de profesionales que apostaron hace años ya, y que lo siguen haciendo ahora, por la excelencia y la formación continuada, para dar el mejor servicio al cliente. Desde el principio, nuestra apuesta por certificaciones siempre se ha caracterizado por la exigencia como principio irrenunciable para lograr asesoramiento de calidad. Esa formación continuada, el estricto cumplimiento de unos requisitos éticos, y la alineación con los objetivos del cliente, a través del conocimiento exhaustivo de su perfil, siguen siendo tres pilares sobre los que asentar nuestro modelo y que se verán reforzados con la entrada en vigor de MiFID II. Son muchos años de trabajo y ahora es el momento de recoger los frutos y aplicar los buenos hábitos aprendidos. La confianza del ahorrador está en juego y no podemos dar ni un paso atrás.

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