Los datos de inflación en la zona Euro son muy seguidos de cerca por el mercado para intentar tener claridad sobre cuándo el BCE podrá endurecer las condiciones monetarias y cuanto!
Según la estimación « flash » de Eurostat, la inflación general en Septiembre se mantuvo estable en un 1,5% interanual (consenso: 1,6%), mientras que la inflación subyacente se desaceleró 1 décima hasta el 1,1% interanual (consenso: 1,2%).
Sin sorpresas, la estabilidad refleja un alza en los precios de los componentes volátiles, principalmente los precios de los alimentos (ver gráfico), que como se esperaba fue compensada por una desaceleración en la “subyacente” debido a un ajuste en los servicios (ver gráfico).
En detalle sobre la inflación subyacente:
- El precio de los bienes (excluyendo la energía) se mantuvo sin cambios en +0,5% interanual, manteniendo su nivel más alto del año; el impacto de la apreciación del euro en los precios industriales sigue siendo poco claro. El proceso de repercusión será más lento y tal vez más moderado, habrá que vigilarlo.
- El precio de los servicios se desaceleró 1 décima hasta 1.5% interanual; tras varios meses de fluctuaciones significativas en los precios de ciertos servicios, la situación se está normalizando.
- En resumen, la décima caída registrada en septiembre no cambia la historia: la inflación subyacente se ha mantenido casi estable de media en un +0,8% entre la primavera de 2016 y la primavera de 2017 y mantenerla por encima del 1% reforzaría la sensación de que la recuperación gradual de la inflación subyacente se está materializando.
Siguiente: la inflación general será sensible a los efectos de base principalmente relacionados con el componente energético y debería desacelerarse ligeramente durante los próximos meses, particularmente a principios del próximo año (podríamos volver a alcanzar el 1% interanual en febrero 2018) antes de recuperarse gradualmente. La inflación subyacente debería mantenerse por encima del 1% en los próximos meses (1,3% interanual en diciembre 2017) y que gradualmente alcance entre el 1,5% y 1,6% interanual a finales de 2018.
En resumen: La mejora de la economía (las encuestas de septiembre han sido muy buenas) llevarán al BCE a comenzar su tapering (anuncio previsto el 26 de octubre con una puesta en marcha a principios de 2018). Sin embargo, hay incertidumbre sobre el perfil exacto de salida del QE (6 a 9 meses o 9 a 12 meses). El ritmo de reducción del QE será gradual y suave para facilitar la tendencia al alza de la inflación subyacente. Es improbable que el BCE se comprometa a un calendario específico para la salida, pero operará en etapas para guardarse la flexibilidad que sea necesaria.