Todos los agentes financieros, EAFIS y agencias de valores sabemos que para desempeñar de una manera eficiente nuestro trabajo necesitamos las herramientas que nos da la arquitectura abierta. Todos sabemos que es fundamental para proteger los intereses de nuestros clientes y poder implementar estrategias que les den un valor añadido a sus ahorros. Sólo por medio de la arquitectura abierta podemos hacer una correcta diversificación y descorrelación de los activos de nuestros clientes.
Así mismo sabemos que cualquier entidad financiera dispone de medios para aplicar la arquitectura abierta, y que la utilizan cuando un cliente llega a un determinado patrimonio con ellos. No obstante la utilización de la arquitectura abierta utilizada por la gran banca esta viciada, dado que predomina su producto propio sobre el que pueden ofrecer. Si un cliente tiene con una entidad un patrimonio liquido de 600.000€, nos encontraremos que un 10% son depósitos o seguros de ahorro de dicha entidad, tendrán un fondo monetario de la misma, un 50% serán fondos perfilados y garantizados de su propia gestora, y solo un 10% serán fondos de distintas gestoras contratados a través de la arquitectura abierta. De este modo se le esta ofreciendo un servicio de valor añadido a un cliente que realmente no se esta utilizando. Solo si se utiliza arquitectura abierta a partir de cero euros es cuando el cliente puede recibir un valor añadido.
En un conocido foro financiero que todos los profesionales del sector consultamos y en el que colaboramos, expusieron una entrada muy interesante sobre las evoluciones de los fondos de la gran banca frente a los de determinadas gestoras independientes españolas (no se entraba a hacer valoración de las extranjeras debido a la complejidad del análisis de estas). En el artículo se partía de la siguiente premisa:
- Fondos de inversión de 3 a 5 años en los que la rentabilidad medía haya superado el 2% anual
- De la clasificación morningstar sólo se cogen los de tres, cuatro y cinco estrellas
- Y que el lo ultimo que va de año y en los últimos doce meses o bien hayan ganado o hayan perdido menos de un 15%
El resultado era el siguiente:
BBVA: 14/196= 7,1%
Caixa: 34/225=15,1%
Santander: 27/182=14,8%
Bankinter: 10/86=11,6%
Bankia: 6/85=7,1%
Sabadell: 11/177=6,25%
Popular: 14/76=18,4%
Ibercaja: 19/100=19%
Gescooperativo (Cajas rurales): 9/47=19,2%
Si lo comparamos con los datos con las gestoras no bancarias españolas:
Abante: 4/17=23,5%
Belgravia: 1/2=50%
Bestinver: 6/8=75%
Cartesio: 2/2=100%
EDM: 4/8= 50%
Gesconsult: 3/12=25%
Metagestión: 1/3=33,3%
Tressis: 3/8=37,5%
Si bien es cierto que estas gestoras manejan menos fondos, no sirve como ejemplo para hacernos una idea de que las entidades financieras tradicionales no suelen ser la mejor opción para una cartera diversificada de fondos. Como he comentado aquí no se incluyen gestoras extranjeras tanto independientes como bancarias como Nordea o Carmignac, en que las diferencias serían todavía mayores.
Estos datos a su vez contrastan con el volumen de captaciones de dinero por parte de las gestoras. Según la prestigiosa revista Funds People, la gestora que más dinero capto en Julio fue Caixabank AM, seguida de BBVA AM e Ibercaja Gestión. Como se ve en este caso la captación del volumen no se da por unos buenos resultados, sino por una notoriedad de la marca y por una fuerte red comercial que vende aquello que se le impone desde su cúpula.
Como conclusión, el ahorrador e inversor particular tiene que ser consciente de que existen alternativas a los productos financieros de los bancos tradicionales, igual que las empresas se empiezan a dar cuenta de que hay alternativas a la financiación bancaria. Igual que se debe atacar a los chiringuitos financieros que tanto daño hacen a nuestra profesión, se debe poner en valor a las EAFIS, agentes de arquitectura abierta y agencias de valores que buscan los mejores intereses para sus clientes en estos momentos de mercado tan complicados.