Los cocos son un instrumento de capital híbrido diseñado para absorber las perdidas de una entidad cuando el capital del banco emisor cae por debajo de un determinado nivel. La manera de absorber las pérdidas puede ser, o bien mediante la conversión de los mismos en acciones, o bien mediante la pérdida total del principal.
Por su capacidad para absorber pérdidas, los Cocos cumplen con los requisitos de capital regulatorio. La mayor parte de la demanda ha provenido de bancas privadas e inversores particulares, mientras que pocos inversores institucionales han invertido en los mismo.
Los niveles de rentabilidad asociados suelen ser mayores que los de otros instrumentos de similar rango en el orden de prelación de deuda y depende principalmente del “trigger level”(nivel al cual se convertiría obligatoriamente) y del mecanismo de absorción de pérdidas asociado.
Trigger level: nivel a partir del cual el mecanismo de absorción de pérdidas se activa. Un CoCo puede tener uno o más niveles de activación (trigger). En el caso de que tuviese varios, el mecanismo se activa en el momento que se activa cualquiera de ellos. Estos niveles se pueden fijar en función de una regla sistemática o a discreción del supervisor. En el primer caso, el mecanismo se activaría cuando el capital del banco emisor cayese por debajo de un porcentaje predeterminado de los activos ponderados por riesgo. La medida de capital puede venir determinada bien por el valor en libros o por el valor de mercado. Por otro lado están los “Point of non-viability triggers” (PONV) se activan en función del criterio del supervisor acerca de las perspectivas de solvencia de la entidad emisora. En concreto, los supervisores pueden activar el mecanismo de absorción de pérdidas si consideran que es necesario para prevenir una situación de insolvencia.
Mecanismo de absorción de pérdidas: es la segunda característica relevante de los CoCos y es la manera de convertirse en acciones: bien a una tasa de conversión predeterminada, o bien a una tasa que implica una absorción de perdida por parte de los tenedores del activo.
Relación con Basilea III
Bajo Basilea III, los CoCos se consideran o bien capital Additional Tier 1 (AT1) o Tier2. La mayor parte de las emisiones son AT1, por lo que cuando hablamos de CoCos por lo general nos referimos a los AT1.
El trigger mínimo bajo Basilea III (en términos de capital sobre activos ponderados por riesgo) que se requiere para poder ser considerado AT1 es 5,125%, mientras que la gran mayoría de AT2 no tienen trigger ya que se trata de deuda subordinada. Como resultado de esto, la tendencia durante los últimos años ha sido la de emitir Cocos con un trigger situado exactamente en el 5,125%. Así, resultan atractivos para la entidad emisora ya que cualifican como AT1 y a la vez son más baratos de emitir que aquellos con un trigger superior.