Cerramos 2015 con la mirada puesta en el año que viene, que será clave para el sector del asesoramiento financiero. La crisis destapó algunas prácticas poco recomendables de algunos profesionales que mancharon la imagen del sector. Pero creo que nos encontramos en un periodo nuevo, de recuperación económica que tiene que venir de la mano de una recuperación de la confianza y la credibilidad en el sector.
En estos últimos días del año estamos muy pendientes de la publicación de las guidelines de ESMA (organismo regulador europeo) que trazarán las guías maestras para una mejora en el servicio del asesoramiento financiero al que tienen derecho todos los inversores. A la espera de confirmar cuándo se pondrá en marcha esta normativa, en el sector ya estamos trabajando duro con el objetivo de adaptarnos de la forma más rápida a una regulación que busca la protección del inversor particular. Sin duda el asesoramiento financiero se encuentra en un momento de configurar como será en el futuro. Y MiFID II debe ser el vehículo apropiado que regule la profesión en nuestro país y en toda Europa.
En EFPA ya nos adelantamos hace tiempo y siempre hemos puesto por delante dos pilares fundamentales para la profesión, que tendrán un nuevo protagonismo en el futuro. La formación continua, necesaria en un sector cambiante en el que cada día aparecen nuevos productos, y en el que estamos sujetos a los vaivenes de un mercado cada vez más volátil, y el compromiso ético que debe cumplir a rajatabla cualquier asesor financiero cuando se sienta con un cliente para ofrecerle información, asesoramiento o trazar su plan de inversión.
¿Qué cabe esperar para el año que viene? 2016 debe ser un año de avances. Desde el punto de vista económico, tiene que protagonizar la consolidación de la recuperación económica. Por la parte del asesoramiento, los profesionales del sector debemos seguir insistiendo en nuestra labor de fomento de la cultura financiera de nuestros clientes. ¿Cómo lo podemos hacer? Explicando las ventajas y los riesgos de cada producto financiero para que nuestros clientes inviertan en aquellos productos que mejor se adapten a sus necesidades, perfiles y horizontes temporales.
En EFPA ya hemos notado un incremento del interés de los profesionales por la formación continua a través de la actualización de sus conocimientos. Este año casi 4.000 asesores financieros se han presentado a alguno de los exámenes para obtener las certificaciones que promovemos desde la asociación, lo que supone un récord absoluto desde que EFPA llegó a España. Por la parte del ahorrador, también vemos clientes más informados y con ganas de conocer las alternativas de inversión o un creciente interés por el ahorro para la jubilación.
Unos sólidos cimientos para un tiempo nuevo en el sector financiero en el que administraciones públicas, organismos, entidades y ahorradores particulares tienen que ir de la mano.