Author Archives: Miguel Ángel Bernal

About Miguel Ángel Bernal

Licenciado en Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, tiene además diferentes cursos especializados en Finanzas. Ha sido Gestor de inversiones en compañías de seguros y gestoras de fondos de inversión y gestiones. Actualmente consultor independiente para temas de inversión y planificación patrimonial de grandes fortunas. Es coordinador del Departamento de Investigación del IEB, además de profesor y tutor académico de este centro. Profesor colaborador del instituto BME, FEF, CEU e IFA. Asesora a empresas sobre comunicación financiera a través de Evercom. Miembro del Instituto de Analistas Financieros Españoles.

Planificación Financiera, algo más que asesoramiento

Es posible que muchos de ustedes estén preocupados, actualmente, por la dinámica que los mercados financieros y el precio de los activos cotizados en los mismos han tomado. Precios de activos que, en las últimos fechas, de forma generalizada han emprendido una tendencia bajista. Pero para esa pregunta ustedes, si no saben contestarlas o preveían que no sabían responder, deberían haberse preocupado en buscar una persona que se las hubiera respondido.

Claro que quizá en esos momentos los asesores y analistas financieros estén callados. Puede incluso que las preguntas que ustedes les hagan, les vengan grandes e incluso incómodas. Mucho PER, mucha duración, escenarios posibles, incertidumbre, visión a largo plazo (anda que como nos vayamos a Japón mejor, no mirar la visión a largo plazo); en definitiva mucha palabrería y poca sustancia o consistencia de las respuestas. Mucho análisis parar vender humo y solo humo. Pero supongo que para que le den respuestas a esas cuestiones, usted no solo ha buscado las personas adecuadas sino quien les supiera responder.

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Claro que quizá algunos de ustedes haya superado esa etapa y hayan llegado a una conclusión: no se necesita un asesor que responde a preguntas sobre mercados, sino a alguien que vele por mi patrimonio. Aquí llega la pregunta clave: ¿usted realmente tiene y cuenta con alguien que vele por su patrimonio?

La inversión de un patrimonio responde a unas clave: objetivos de la persona y restricciones de la misma, horizonte temporal del objetivo, nivel de riesgo y capacidad de asunción del mismo. Todas estas premisas le llevarán a la posible rentabilidad a incorporar y posibilidad de conseguirla. Pero para resolver todas estas cuestiones, es probable que usted haya llegado a una conclusión.

Frente a los asesores financieros, analistas, telepredicadores del análisis gráfico (siempre me he preguntado por qué siguen trabajando los chartistas con las recomendaciones absolutistas y definitivas que dan, ¿quizá para generar comisiones por las operaciones que generan sus fieles?). La pregunta es si usted ha elegido bien a su compañero de viaje que conjuntamente con su patrimonio, le acompaña en este viaje.

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Ese compañero de viaje es quizá la figura del planificador financiero. ¿Sabe y conoce que es un planificador financiero? Puede que la respuesta le dé la solución de lo que es y el alcance de los que es un planificador financiero. Quizá la gran respuesta es que primero se preocupa por los objetivos y luego por la consecución de los mismos.

Preocuparse por los mercados financieros y su evolución siempre está bien, pero a lo mejor su preocupación debería ser cumplir sus objetivos, los que usted marque y elija. También como no, tener las inversiones acomodadas a esos objetivos en cuanto a: horizonte temporal, riesgo, liquidez y diversificación. Revisar y reequilibrar la carteras. Todo eso es la planificación financiera y la ayuda que le puede prestar su planificador financiero.

 

Sobre ahorro y familia

Es quizá una de las frases que más se repiten hoy en día: es imposible ahorrar.  Sin embargo detrás de esta frase que muy bien se puede aplicar a la situación económica que vive el país, en realidad se esconde una falacia; sí, sí es posible ahorrar.

Will Paterson © Creative Commons

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El ahorro se cuantifica como la diferencia entre los ingresos de una persona o familia, las denominadas rentas, y los gastos a los que hacer frente.  Planteado así, especialmente sino conocemos bien cuales son nuestros gastos y controlamos el presupuesto puede ser cierto.  La vivienda, los gastos para mantenerla y habitarla, las necesidades personales son hoy crecientes y consumen buena parte de los ingresos de la familia.  Pero si tomamos ahorro como diferencia de rentas y gastos no estamos haciendo una buena planificación, nos comportamos como personas que no tiene un objetivo determinado.  Si solo contempla como una diferencias no estamos teniendo una actitud proactiva.

El ahorro puede ser considerado también como una partida del presupuesto familiar, el cual elaboramos y vigilamos su cumplimiento.  Cuando dentro del presupuesto familiar incluimos el ahorro, entonces y solo entonces, estamos teniendo una actitud proactiva en la consecución de un objetivo.  En este caso ahorrar sí que es posible.  Por cierto económicamente tiene todo el sentido del mundo, puesto que en este caso la visión del ahorro no es otra que consumo presente que trasladamos al futuro, lo que hoy ahorramos no consumiendo nos servirá para consumir en el futuro.

Sin ahorro no es posible emprender ningún tipo de inversión, la familia necesita tener un dinero para iniciar la configuración del patrimonio. Luego vendrá en qué y cómo invertimos, pero lo primero es ahorrar. Es más se puede asegurar en el éxito o la forma de tener un patrimonio por parte de las familias está directamente basado en ahorro, a más ahorro mayor patrimonio. Por supuesto ese patrimonio tiene que estar invertido para la consecución de nuestros objetivos, sin apropiado plan y actuación inversora el ahorro puede desaparecer y con él la posibilidad de conseguir nuestros objetivos.

Jean Gerber © Creative Commons

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En una sociedad donde cada vez aparecen nuevas necesidades, por ejemplo disponer de un colchón de dinero para la jubilación, como no hacer una previsión para el estudio de nuestros hijos y muchas más cosas, el ahorro se vuelve un factor fundamental para garantizarnos un futuro con unas perspectivas mucho más claras.  Desde siempre el ahorro fue considerado como una partida presupuestaria, especialmente en los tiempos duros, como fue el de nuestros padres.  La “exuberancia irracional”  con la que convivimos en los tiempos de bonanza, afectó al ahorro y a la visión que se tenía hasta el momento de él.  Muchos fueron los que cambiaron ahorro como partida presupuestaria familiar a una visión de resultado entre ingresos y gastos.

Hay otra visión de ahorro que quizá les haga pensar.  Cuando una compañía tiene más ingresos que gastos, al resultado positivo le llamamos beneficio, en caso contrario pérdidas.  Pues bien cuando hablamos de individuos la diferencia positiva entre ingresos y gastos les llamamos ahorro. Ahorro y beneficio, conómicamente, es lo mismo.  Por tanto comportemos racionalmente y provoquemos y busquemos tener beneficio, ahorro, y no pérdidas.

Ante las turbulencias: disciplina de inversión

Ha vuelto a ocurrir como es tradición en los mercados.  Una vez más el verano ha traído un fuerte movimiento en la cotización de los activos financiero. Esta vez la segunda economía del mundo ha desencadenado con su recorte de previsiones de crecimiento: los posibles problemas de su sistema bancario y crediticio; el desplome, prácticamente generalizado, de la cotización de las empresas que cotizan en sus bolsas y principalmente la devaluación de su divisa, el yuan, ha servido en bandeja las fuertes correcciones.

Zachary Young © Creative Commons

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Son muchos los que se estarán preguntando en este momento y hablando con sus asesores, algo que animo a que haga, ¿qué está ocurriendo?.  Hasta donde puede llegar la corrección.  Pregunte e infórmese de cual es la situación y sobre todo analice como ha impactado estos movimientos en su cartera, pero ante todo no olvide una serie de cuestiones:

  • La predicción de cuál va a ser el comportamiento de los mercados financieros y el precio de sus activos, es impredecible. Recuerde que un mono y unos dardos acierta tantas veces o más en la selección de sus inversiones que los muy reputados analistas financieros
  • No olvide que cuando usted llevó a cabo la inversión, su planificador financiero las analizó y se las propuso para cumplir sus objetivos
  • Ese plan tiene un diseño basado en horizontes temporal, pregúntese si ha variado ese horizonte por los movimientos de mercado
  • El riesgo asumido en su momento se plasma en la diversificación de su cartera, además previsiblemente usted va a realizar nuevas aportaciones procedentes de su ahorro. Cuestiónese si es necesario modificar la exposición a los mercados rebajándola, tal y como le pide su corazón, cuando en su momento ya sabía que la incertidumbre siempre está presente en los mercados financieros
  • Testeé que su nivel de liquidez o dinero disponible en un muy corto plazo de tiempo, es suficiente como para afrontar un situación que aparentemente no estaba prevista
  • Mire si durante el periodo de tiempo más reciente, aproximadamente un año, ha llevado a cabo los reequilibrios y rebalanceos que todo plan de inversión demanda
Jordan McQueen © Creative Commons

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En momentos como el actual el equilibrio entre la cabeza y el corazón es difícil, pero no olvide nunca que cuando usted tomó una decisión ayudado por su planificador financiero, eligió entre varias posibilidades un plan de inversión. El plan de la inversión tiene una disciplina.

No es fácil ganar al mono en el asesoramiento financiero, ahora bien la planificación ayuda a tener un plan de inversión que implementado seguro que le permitirá llegar a sus objetivos. 

Es ahora cuando se ve el tipo de planificador financiero que tiene y como está llevando a cabo su inversión, en el plan diseñado ya estaba implícito que los mercados financieros pueden ir mal, de ahí la disciplina para llevarlo a cabo.

La planificación financiera

La mayor parte de las familias antes de llevar su ahorro hacia un activo financiero o un vehículo de inversión, suelen asesorarse a través de su banco, analistas financieros o de sus intermediarios financieros. Podríamos por tanto estar de acuerdo que es una práctica común, generalizada y, me atrevo a decir, muy acertada. Pero: ¿qué se entiende por asesoramiento financiero?

William Iven © Creative Commons

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En la actualidad el asesoramiento puede revestir diferentes formas.  Si nos centramos por la continuidad en el tiempo podríamos estar hablando de un asesoramiento puntual, por ejemplo acudir ó no a una colocación de acciones en Bolsa, por otra la de ser continuada en el tiempo, en este caso el ejemplo sería el de asesorar a una familia de forma íntegra y completa sobre su patrimonio.  Es precisamente este del que me voy a ocupar, el asesoramiento íntegro y continuado a una persona o familia sobre su patrimonio

Este tipo de asesoramiento, íntegro y continuado, se conoce como planificación financiera.  La planificación financiera debería entenderse, a mi juicio, como:  plan general, metódico, organizado y frecuente cuyo objetivo es el de ordenar, dar a conocer cual es la situación patrimonial de una persona o familia, determinando los objetivos que quiere lograr y llevando a cabo un programa para el cumplimiento de los mismos, a través de las inversiones más adecuadas.

La planificación financiera se ha erigido en el mundo del ahorro y el destino dado al mismo como la mejor solución para las familias o personas, máxime cuando las mismas tienen problemas a la hora de entender los mecanismos de los mercados financieros, los productos y lo que es más importante la implicación de los mismos para conseguir los objetivos de las familias.  La razón es muy sencilla, no se trata de ver la conveniencia o no de llevar a cabo una inversión exclusivamente por riesgo y rentabilidad, sino porque la misma responda a la situación patrimonial, nivel de rentas y enfoque dirigido a la consecución de los objetivos de la familia.

Sebastian Pichler © Creative Commons

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La planificación financiera parte de determinar los objetivos y prioridad de los mismos que una familia quiere obtener y tener cubiertos con sus ahorros (liquidez de emergencia, complemento de la jubilación, estudios de los hijos, etc.) Posteriormente se analiza cual es la situación financiera y fiscal de la familia, es decir el análisis del patrimonio y también de las fuentes de las rentas.  Con todo ello se elabora un cuidadoso estudio de la situación de la familia, incidiendo en la capacidad de ahorro de la misma.  A partir de aquí se conformará un patrimonio cuyo objetivo es el de intentar conseguir los objetivos marcados por cada individuo y de acuerdo a sus prioridades.  Las inversiones realizadas se acomodarán por tanto a esos objetivos y características en cuanto a horizonte temporal y posibilidades de riesgo a asumir.

Pero la planificación financiera no solo presenta ventajas para los ahorradores también para los profesionales encargados del asesoramiento.  Es a través del conocimiento del cliente de forma íntegra como el asesor mejor podrá realizar su labor, estableciendo además un fuerte vínculo con el mismo a lo largo del tiempo.

 

El concepto del riesgo en la inversión

Probablemente el mayor freno que encuentra una persona a la hora de canalizar una parte de su ahorro hacia los activos financieros o vehículos de inversión que invierten en ellos, como son los fondos de inversión o de pensiones, es el concepto del riesgo.  Todo el mundo parece estar de acuerdo en que el riesgo es quizá el aspecto de mayor importancia para las personas a la hora de realizar sus inversiones.

DGlodowska © Creative Commons

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Pero siendo esta una cuestión clave parece existir una indefinición de cómo definir lo qué es el riesgo.  Básicamente el riesgo puede ser identificado con diferentes ideas.  Algunos ejemplos que podemos encontrar son:

  • Obtención de pérdidas, quizá la acepción más aceptada y extendida en los clientes de bancos y firmas de inversión.
  • Puede ser también la desviación o variabilidad de los resultados obtenidos. Este aspecto cobra una importancia máxima entre los denominados profesionales de la inversión.  En este caso el riesgo se identifica con un cálculo estadística como es el de la volatilidad calculada a través de la desviación típica.
  • Otro aspecto a considerar es la de identificar riesgo como la obtención de una rentabilidad inferior a la del mercado o por debajo de activos, carteras o vehículos semejantes. Es un concepto que por parte de los asesores y comerciales de la inversión tiene también una importancia destacable.
  • Otro concepto, como no, es el grado de exposición de la cartera a los mercados financieros, esta acepción se correspondería con la visión de los gestores de carteras. En este caso el concepto duración, para el caso de las carteras de renta fija, y beta, en renta variable, se aproximan a la cuantificación del mismo

Son todos conceptos ampliamente estudiados en universidades y escuelas de negocios.  Pero si me permiten y como manifestaba en mi artículo previo (Las claves de la inversión), para aquellas personas que asesoran de forma íntegra a una persona o una familia, riesgo coincide con la idea de no poder obtener los objetivos deseados.

Samuel Zeller © Creative Commons

Samuel Zeller © Creative Commons

El riesgo es afortunadamente gestionable, pues puede ampliarse, disminuirse incluso neutralizarlo a través de técnicas de cobertura. Es también diversificable, algo que permite reducir el mismo, si bien no desaparece en ningún momento de la cartera (concepto de riesgo sistémico).  Por otra parte no debe olvidar nunca que a mayor rentabilidad mayor riesgo y a la inversa a menor riesgo menor rentabilidad.

El riesgo es indudablemente el precio que hay que pagar por la inversión, concretamente por la obtención de una determinada rentabilidad.  A la hora de controlar el riesgo sería bueno que con su asesor tratara estas tres cuestiones básicas:

  • Cuál es el nivel de adecuación de nuestra cartera a los horizontes temporales de los objetivos definidos
  • Control de la liquidez de las inversiones
  • Grado de diversificación de la cartera

 

Las claves de la inversión

Son muchas las personas que a la hora de realizar una inversión lo primero que hacen es interesarse por la rentabilidad.  La rentabilidad es, evidentemente, el fruto de la inversión y un aspecto de enorme importancia, sin embargo la búsqueda de la rentabilidad puede llevar a cometer importantes errores.  Destacar que usted como ahorrador no debería olvidad una premisa básica: a más riesgo y a más horizonte temporal, mayor rentabilidad.  La búsqueda per se de la mayor rentabilidad podría llevar a despreciar aspectos claves en la inversión como:  horizonte temporal, liquidez y riesgo.

RyanMcGuire @ Creative Commons

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El horizonte temporal es la fecha a la cual nuestra inversión deberá materializarse en dinero, para hacer frente a nuestros objetivos.  Horizontes temporales largos permite incrementar el riesgo actual de nuestra inversión, inversión donde el riesgo de la misma lo iremos modulando según se consumo el tiempo, es decir la cartera debe ir minorando los activos con mayor riesgo e ir siendo sustituidos por otras con menor riesgo y por tanto con un horizonte temporal a más corto plazo.  La idea del horizonte temporal es fundamental y a esta variable se le ha prestado una atención y análisis especial.  Así y valga como ejemplo hablamos de inmunización de carteras, que no es más que acomodar el horizonte temporal de nuestras inversiones a nuestros objetivos, eliminando de esa forma el riesgo de no conseguir nuestro objetivo.

Otro de los factores fundamentales es la liquidez y que en cierta forma está ligado al riesgo.  Sí, un activo ilíquido presenta siempre mayor riesgo que uno líquido.  Por liquidez de un activo entendemos la posibilidad que el mismo tiene para ser monetizado o vendido.  La liquidez es un aspecto crucial a la hora de incorporar inversiones a nuestro patrimonio, desgraciadamente episodios como el de los fondos inmobiliarios nos han enseñado lo importante de este aspecto.

Si quisiéramos conjuntar liquidez y riesgo nos aparecería otro aspecto clave:  el periodo medio de maduración de la inversión.  Bajo esta idea subyace conocer o aproximarnos a qué tiempo tengo que tener una inversión para que a partir de aquí, pueda estimar que la posibilidad de pérdidas sobre el patrimonio invertido es ya muy reducida o despreciable.

Por último queda el riesgo.  Desde el punto de vista de la planificación financiera, riesgo lo entenderíamos como la posibilidad de que no pueda conseguir el objetivo deseado.  Los técnicos en inversiones identificamos esta variable de la inversión como volatilidad.  La volatilidad no es más que un idea que surge de la estadística y que nos permite, medir las diferencias de rentabilidad obtenida realmente, frente  a la rentabilidad media ofrecida por un activo en un periodo determinado.   No olvide que se debe comparar entre activos similares y por supuesto mayor volatilidad significa que ese activo es más arriesgado.

PublicDomainPictures @ Creative Commons

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Manejado por su asesor financiero las cuestiones anteriores:  horizonte temporal, liquidez, periodo medio de maduración y riesgo; podrá entonces conformar su patrimonio, el cual está orientado a la consecución de los objetivo que usted se haya fijado.  Desengáñese la rentabilidad es el resultado de manejar siempre estos conceptos, técnicos y aparentemente difícil, pero que estoy seguro que su asesor sabrá explicarle de forma más amplia y no tan resumida como yo lo he hecho aquí.

 

Seguridad y otras cuestiones en los fondos de Inversión

Aunque intento escapar en este blog de la actualidad y centrarme más en cuestiones genéricas, ante el caso del Banco Madrid me ha parecido conveniente, al calor de la noticia, tratar con ustedes la seguridad de las Instituciones de Inversión Colectiva –IIC-, es decir los Fondos de Inversión y las SICAV, aunque también es asimilable totalmente a los Planes y Fondos de Pensiones.

Shotput © Creative Commons

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En primer lugar destacar que una IIC es un patrimonio separado totalmente de la entidad depositaria y de la gestoraEllo significa que cualquier posible liquidación por quiebra o las causas que fueren no afecta en modo alguno a sus partícipes o accionistas.  Las IICs están por tanto al margen de los resultados y circunstancias que tanto la entidad depositaria como la gestora puedan tener, los inversores sólo tienen el riesgo de sus carteras, nunca de las entidades que las administran, gestionan y depositan.

Supongo que conocen que los fondos no están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos -FGD-, los famosos 100.000 euros por entidad y por depositante.  Pero también conviene remarcar que el FGD sólo se hace cargo de la garantía de lo que llamaríamos los productos de ahorro.  En muchos casos el FGD no garantiza depósitos estructurados, aquellos que vinculan su rendimientos a activos o mercados financieros,.  La cobertura de estos productos sólo se produce si figura expresamente en el contrato que firma el impositor con la entidad bancaria.

Conviene también saber que la Ley y el Reglamento de IIC´s contempla la suspensión del valor liquidativo.  Esta decisión se toma en condiciones de máxima excepcionalidad como son:  la imposibilidad de determinar el valor de los activos o por ejemplo, cuando existe un problema con la liquidez y la misma sea insuficiente para atender los reembolsos.  La lógica me lleva a pensar que es este el caso y que ante la previsible salida de importes considerables de dinero la gestora debe preparar unos márgenes de liquidez considerable.  Esperemos que la situación ocupe el menor tiempo posible y en cuanto se pueda se restablezca el funcionamiento normal de los fondos.  En el pasado ya se ha producido suspensiones de reembolsos como recientemente fue el caso de los Fondos Inmobiliarios, donde las masivas salidas de dinero llevaron a las gestoras a suspender los reembolsos.

Public Domain Pictures © Creative Commons

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La ley también contempla la sustitución de la entidad gestora y la depositaria. En la Ley se señalan causas, procedimiento y tiempos máximos.

Por cierto para aquellos partícipes que estén en fondos que contemplen comisiones de reembolso, es más que posible que se les abra el denominado derecho de separación por la causa de sustitución de alguna de las entidades.  En este caso tendrán un plazo de un mes para proceder a traspasar o reembolsar su dinero, durante este periodo en ningún momento se les cobrará las comisiones de reembolso.

Son tan solo los aspectos más candentes del triste episodio del Banco Madrid, pero una vez más la actualidad nos demuestra que la figura de las Instituciones de Inversión Colectiva contemplan un sin fin de aspectos, todo ello para blindar a estas instituciones de problemas.

 

Ahorrar e invertir

Agradecer a Conecta Capital el ofrecimiento realizado para que la primera intervención del blog fuese mía, es un honor y un placer poder inaugurarlo.

Cierto que no podía negar a Antonio Castilla, verdadera alma máter de lo que hasta hace poco era un proyecto y hoy es ya toda una realidad consagrada, su petición, más aún perteneciendo al Consejo Asesor de Conecta. Periódicamente encontrarán aquí mis comentarios, reflexiones, experiencias y algunas de las ideas que continuamente se me presentan sobre el ahorro y la inversión y que espero sea de su interés.

Pero comencemos.

Confieso mi inclinación hacia los libros y todo lo que sea conocimiento. Ello me ha llevado a estar cada vez más en contacto y presente con el “mundo de la ciencia”: universidades, centros de estudios, escuelas, formación, investigación, estudios; aún cuando en ningún momento he abandonado la práctica –el asesoramiento financiero-. Suelo, al igual que los socráticos, hacerme preguntas e intentar contestarme o debatir con amigos sobre la cuestión. Desde el principio me pareció clave la siguiente interrogante: ¿ahorrar e invertir es lo mismo? ¿es complementario ó es antagónico?

CC Isaac Torrontera

CC Isaac Torrontera

Veamos las definiciones de nuestro querido diccionario:

  • Ahorrar: Reservar alguna parte del gasto ordinario, guardar dinero como previsión para necesidades futuras
  • Invertir: Emplear, gastar o colocar un caudal (caudal: capital o fondo)

Espero que vistas las definiciones, coincidan conmigo que ahorrar e invertir no es antagónico, aún cuando desde algunos foros se intenta incidir en un falso antagonismo. El ahorrador es quien gasta menos y por tanto luego lo invierte. ¡Ah! y sí el depósito bancario también es una inversión , más en estos días que la Unión Europea nos lleva a contemplar quitas por encima de 100.000 € si la entidad bancaria quiebra (véase el caso de Chipre)

Esta idea, muy básica, es la que inundó un informe que se nos pidió al departamento de investigación del IEB (http://www.ieb.es/wp-content/uploads/2015/investi/ahorro.pdf) y del cual soy coautor, juntamente, con el profesor del IEB Sergio Miguez, España: una nueva hoja de ruta para el ahorro. Tienen o tendrán el informe a su entera disposición aquí en Conecta, para su lectura y crítica, sobre él comentaré en muchas de mis futuras intervenciones. Hay mucho contenido en el mismo, espero que les guste su lectura además me referiré a él en múltiples ocasiones. Sé que el mismo ha provocado bastante “ruido”.

Señores ahorradores: bienvenidos al blog de Conecta Capital. Un sitio que como Antonio muy bien me dice: Miguel Ángel aquí se escucha a los ahorradores para buscar la mejor inversión de su capital y que así puedan cumplir con sus objetivos.

Iremos poco a poco. Pero espero que la pregunta que yo me hice, la respuesta que encontré y la confirmación por parte de Antonio de la misma, sea de su interés.