Es posible que muchos de ustedes estén preocupados, actualmente, por la dinámica que los mercados financieros y el precio de los activos cotizados en los mismos han tomado. Precios de activos que, en las últimos fechas, de forma generalizada han emprendido una tendencia bajista. Pero para esa pregunta ustedes, si no saben contestarlas o preveían que no sabían responder, deberían haberse preocupado en buscar una persona que se las hubiera respondido.
Claro que quizá en esos momentos los asesores y analistas financieros estén callados. Puede incluso que las preguntas que ustedes les hagan, les vengan grandes e incluso incómodas. Mucho PER, mucha duración, escenarios posibles, incertidumbre, visión a largo plazo (anda que como nos vayamos a Japón mejor, no mirar la visión a largo plazo); en definitiva mucha palabrería y poca sustancia o consistencia de las respuestas. Mucho análisis parar vender humo y solo humo. Pero supongo que para que le den respuestas a esas cuestiones, usted no solo ha buscado las personas adecuadas sino quien les supiera responder.
Claro que quizá algunos de ustedes haya superado esa etapa y hayan llegado a una conclusión: no se necesita un asesor que responde a preguntas sobre mercados, sino a alguien que vele por mi patrimonio. Aquí llega la pregunta clave: ¿usted realmente tiene y cuenta con alguien que vele por su patrimonio?
La inversión de un patrimonio responde a unas clave: objetivos de la persona y restricciones de la misma, horizonte temporal del objetivo, nivel de riesgo y capacidad de asunción del mismo. Todas estas premisas le llevarán a la posible rentabilidad a incorporar y posibilidad de conseguirla. Pero para resolver todas estas cuestiones, es probable que usted haya llegado a una conclusión.
Frente a los asesores financieros, analistas, telepredicadores del análisis gráfico (siempre me he preguntado por qué siguen trabajando los chartistas con las recomendaciones absolutistas y definitivas que dan, ¿quizá para generar comisiones por las operaciones que generan sus fieles?). La pregunta es si usted ha elegido bien a su compañero de viaje que conjuntamente con su patrimonio, le acompaña en este viaje.
Ese compañero de viaje es quizá la figura del planificador financiero. ¿Sabe y conoce que es un planificador financiero? Puede que la respuesta le dé la solución de lo que es y el alcance de los que es un planificador financiero. Quizá la gran respuesta es que primero se preocupa por los objetivos y luego por la consecución de los mismos.
Preocuparse por los mercados financieros y su evolución siempre está bien, pero a lo mejor su preocupación debería ser cumplir sus objetivos, los que usted marque y elija. También como no, tener las inversiones acomodadas a esos objetivos en cuanto a: horizonte temporal, riesgo, liquidez y diversificación. Revisar y reequilibrar la carteras. Todo eso es la planificación financiera y la ayuda que le puede prestar su planificador financiero.